Los ´electrodomésticos vampiro´


15 ago 2011


Parecen apagados pero no lo están. Cada vez hay más dispositivos eléctricos en los hogares y, aunque no lo parezca, mientras están en reposo siguen consumiendo energía. Son los denominados 'electrodomésticos vampiro': televisores, reproductores de DVD, ordenadores, teléfonos inalámbricos, impresoras... Apagarlos cuando no se utilizan ayuda a reducir el coste energético y la emisión de CO2 al medio ambiente. Además, la factura eléctrica puede aumentar en más de 50 euros al año por tener aparatos electrónicos en reposo

Cada vez hay más aparatos electrónicos y dispositivos en los hogares que, aunque cueste creerlo, mientras están en reposo también consumen energía y aumentan la factura eléctrica


Parecen apagados pero no lo están. Cada vez hay más dispositivos eléctricos en los hogares y, aunque no lo parezca, mientras están en reposo siguen consumiendo energía. Son los denominados 'electrodomésticos vampiro': televisores, reproductores de DVD, ordenadores, teléfonos inalámbricos, impresoras... Apagarlos cuando no se utilizan ayuda a reducir el coste energético y la emisión de CO2 al medio ambiente. Además, la factura eléctrica puede aumentar en más de 50 euros al año por tener aparatos electrónicos en reposo

El nombre de electrodoméstico vampiro puede parecer divertido pero no lo es en absoluto. Existen en todos los hogares, y son uno de los más fieles generadores de ingresos de las compañías eléctricas.

La jugada es sencilla. Tan buena para las eléctricas como perjudicial para el bolsillo. Poco a poco las casas se llenan de electrodomésticos y aparatos electrónicos que van haciendo la vida más fácil... y también más cara. Televisores, reproductores de DVD, ordenadores, teléfonos inalámbricos, impresoras, despertadores, cafeteras... ¿Quién no tiene en casa varios de estos aparatos eléctricos? Y aunque está asumido que esta nueva dolce vita eléctrica tiene un precio -¡y menudo precio!-, no todo el mundo sabe que la mayoría de estos aparatos sigue chupando electricidad incluso cuando están apagados, cuando están en reposo.

A pesar de esto la evolución de las diferentes tecnologías lleva consigo una evolución inversa del consumo energético. Por poner un ejemplo, un moderno televisor con pantalla LED gasta mucha menos electricidad que uno LCD -también de pantalla plana pero con algunos años más-. Y ni que decir tiene que los antiguos televisores de tubo catódico -esos que parecían armarios roperos- eran los reyes del despilfarro del kilovatio.

Pero aunque el consumo mientras funcionan se va reduciendo, llama la atención que no se consiga reducir a cero el gasto cuando están apagados. Y es que muy apagados no deben estar cuando un monitor de ordenador gasta más de un euro al año en electricidad o cuando la impresora succiona casi siete euros más de la cuenta corriente mientras no funciona.

La factura eléctrica puede llegar a incrementarse en más de 50 euros al año por el mero hecho de tener muchos electrodomésticos vampiro.

Pequeños gestos

Conseguir un buen ahorro es cuestión de pequeños gestos. Empezando por apagar el televisor desde su interruptor, y no desde el mando a distancia. Un ordenador en reposo puede llegar a salir caro y lo mismo se puede decir de una impresora.

Es cierto que muchos de estos electrodomésticos no se van a apagar cada noche -como por ejemplo el despertador o el router del ADSL- pero sí se pueden desenchufar en periodos de vacaciones. ¿Alguien ha pensado en desconectar el despertador cuando se va de viaje por un largo periodo de tiempo? Seguro que no. Igual que tampoco es usual desconectar el teléfono inalámbrico o la moderna cafetera que tanto gusta y que trajo a casa George Clooney. Pero hay que recordar que tacita a tacita...

Grandes medidas

Y si tras hacer esos pequeños gestos se quiere seguir ahorrando, pero esta vez a lo grande, la propia industria electrónica ofrece diferentes dispositivos ideales para que la factura baje todavía más. Bombillas de bajo consumo, y a pesar de ello continúa la compra de esos viejos bulbos incandescentes que consumen hasta la médula. Y lo mismo con los focos halógenos -muy habituales en cocinas-, que ya se pueden cambiar por modernos focos de tecnología LED que gastan hasta diez veces menos.

Y si uno quiere ahorrar todavía más se pueden adquirir bases de enchufes múltiples que desconectan los aparatos que no están en funcionamiento. Estas bases de enchufes utilizan un sistema inteligente gracias al cual cuando un aparato lleva apagado entre 20 y 30 minutos desconectan ese enchufe.

En un país en el que la factura eléctrica crece de forma desorbitada ya es hora de empezar a tomar cartas en el asunto, aunque sea en forma de pequeños gestos.


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