Es una buena noticia para los empleados de la Administración autonómica, que este año no sufrirán más recortes salariales de los ya anunciados, y menos positiva para la Xunta, que tendrá que cargar en solitario con el desgaste de la decisión de meter la tijera a sus trabajadores. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aseguró ayer que las medidas adoptadas en el ámbito de la función pública en el 2012 «están ejerciendo todo su efecto en el 2013», por lo que descartó nuevos ajustes. Así, el recorte retributivo para los 90.000 trabajadores de la Xunta será el que aplica el Ejecutivo gallego, que reducirá en las dos pagas extras el equivalente a un 4 % del salario medio anual.
La decisión del Gobierno central, que el año pasado dejó a los empleados públicos sin el 7 % de su retribución al privarlos de la extra de diciembre, implica que los funcionarios de la Xunta saldrán perjudicados respecto a los que dependen de la Administración del Estado y a los de las autonomías que no impongan restricciones salariales. Pese a que el Ejecutivo gallego presentó su recorte como una subida en la retribución de sus empleados, al resultar inferior al 7 % que perdieron el año pasado con la extra de diciembre, esa reducción de dos de las 14 pagas supondrá una merma media del 6 % en las nóminas más altas y del 2 % en las más bajas. De hecho, los 11.394 trabajadores que se acogieron en enero a la posibilidad de pedir el anticipo de la mitad de la extra de junio ya la recibieron recortada.
La Xunta espera ahorrar 125 millones, que se añaden a los 80 de las medidas temporales aprobadas hace un año.
Publicado o 03/03/2013 en www.lavozdegalicia.es
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