Alberto Núñez Feijóo se reunió ayer con empresarios, profesionales y sectores sociales de Ourense para intentar convencerlos de que deben votarlo el próximo domingo porque su gestión, dijo, no tiene parangón con la desarrollada por el bipartito entre 2005 y 2009.
En un encuentro celebrado en el Centro Cultural de la Diputación, el candidato a la reelección como presidente de la Xunta también respondió a unas pocas preguntas -y seleccionadas por su presentador, Jesús Vázquez- que algunos de los asistentes formularon por escrito, siempre para ensalzar sus supuestos logros y reiterar compromisos que se han repetido, sin que se ejecutaran, desde que en 2009 alcanzó el gobierno de la Xunta.
Por ejemplo, tras asegurar que cree en la sanidad y la educación públicas -pese a introducir recortes como al copago farmacéutico, reducción de profesores y cierre de escuelas-, anunció como un gran proyecto, si logra gobernar el 21-O, la aprobación de la ley de protección de las garantías sanitarias, o lo que es lo mismo, la norma que garantizaría una espera máxima de 60 días para ser operado y 45 para ser atendido por un especialista. Estaría bien si no fuese porque es la segunda vez que anuncia esta normativa; lo hizo hace ya cuatro años, cuando optó por primera vez a la Xunta, sin que haya avanzado en su promesa desde entonces. Ahora asegura que es una prioridad y que antes de final de año estará sobre la mesa del Parlamento.
Feijóo hizo un triunfador balance de su gestión sanitaria -'fixemos novos hospitais e 17 centros de saúde'- pero olvidó recordar que no se han iniciado ninguno de los dos comprometidos en la ciudad, ni tampoco el de A Valenzá, en un concello gobernado por su propio partido. Y de hospitales, peor aún, porque el supuesto nuevo edificio de hospitalización del CHUO está más incierto que nunca. Pese a que ayer reiteró que el DOG del pasado día 9 daba fe de la licitación de la obra, en realidad lo que publicó el Diario Oficial de Galicia fue un 'anuncio indicativo do contrato de obra' de la fase primera de amplicación del Complexo, sin plazos de presentación de plicas ni de ejecución de la obra.
En el turno de preguntas, dijo a los asistentes que saldrá adelante un nuevo plan eólico y NGB no se disolverá, pero no detalló plan alguno para aflojar el 'estrangulamiento' de la economía y, cuando le preguntaron por la protección al comercio, culpó al gobierno de PSOE y BNG de multiplicar las grandes superficies comerciales y anunció que ayudaba reformando las plazas de abastos, aunque la principal de Ourense aguarda desde hace años, sin éxito, por la inversión de la Xunta, y la de A Ponte se remodela, pero con fondos otorgados por el Gobierno central en época socialista. Y cuando fue preguntado por el adelgazamiento de la Administración, anunció que irá adelante la reducción de diputados, que ya disminuyó consellerías, el personal de gabinetes y los gastos de protocolo del bipartito, pero no dijo que gasta al año, por ejemplo, 2,3 millones de euros en asesores de Presidencia.
Publicado o 17/10/2012 en www.laregion.es
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