Reflexiona


21 may 2011


Un artículo de Ignacio Escolar en www.escolar.net

¿Sabéis cómo se dice “jornada de reflexión” en inglés? No se dice. Ni en Reino Unido ni en Estados Unidos existe algo equivalente. ¿Sabéis lo que dice la Constitución sobre dicha jornada? Nada de nada. Lo más parecido a lo que está pasando hoy en las plazas está en el artículo 21. Punto 1. “Se reconoce el derecho a la reunión pacífica y sin armas. El ejercicio de este derecho no necesitará autorización previa”. Punto 2. “En los casos de reuniones en lugares de tránsito público y manifestaciones se dará comunicación previa a la autoridad, que sólo podrá prohibirlas cuando existan razones fundadas de alteración del orden público, con peligro para personas o bienes”.

Con la Constitución en la mano, lo que está pasando hoy en las plazas españolas es perfectamente legal.
Otra cosa es lo que dice la Junta Electoral Central. Y otra muy diferente lo que hará la Policía, que no tiene pinta que vaya a actuar.

El Gobierno se ha metido él solito en este lío, por sus errores en la gestión de una protesta que en un primer momento despreció. Fue el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, quien pidió a la delegada del Gobierno de Madrid, Dolores Carrión, que ordenase el desalojo de la acampada de Sol, en la madrugada del lunes al martes (a petición del Ayuntamiento y de la Comunidad, eso sí). Fue también después la Delegación del Gobierno de Madrid la que decidió trasladar a la Junta Electoral de Madrid la petición de una manifestación que no era de campaña, que no era electora, y que podía haber autorizado (o denegado) sin necesidad de preguntar a nadie más.

El Gobierno quiso quitarse la patata caliente de las manos y, por su cobardía, acabó recibiendo de vuelta otra patata (o patada) cien veces mayor. Hoy sólo quedan dos opciones: liarse a porrazos con los manifestantes o incumplir lo que ordena la Junta Electoral Central. En realidad, el Gobierno ni siquiera tiene otra opción que permitir las reuniones: no es una alternativa realista desalojar a tantísima gente que protesta pacíficamente por mucho que digan algunos medios y políticos irresponsables. Mariano Rajoy pide al Gobierno que haga cumplir la ley y desaloje a los manifestantes. No lo hizo el Gobierno del PP en 2004, cuando las protestas eran en Génova, porque no hay ningún partido que quiera ir a las urnas con una foto de la Policía en los periódicos cargando contra ciudadanos pacíficos.

La verdadera reflexión continuará, en la Puerta del Sol y en cientos de ciudades más. Y probablemente tenga más sentido esa asamblea apartidista, que sigue abierta en las plazas, que la anacrónica jornada de reflexión; esa por la que claman algunos diarios de la derecha que hoy mismo piden implicitamente el voto en portada para el PP, al tiempo que niegan el derecho a los ciudadanos de hacer oír su voz.

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