Galicia cerró el año pasado como la quinta comunidad con más procedimientos en trámite. Los conflictos laborales ligados a la crisis y los delitos de tráfico fueron los principales responsables del aumento
Publicado en www.laopinioncoruna.es
Tribunal Superior de Xustiza de Galicia |
Despidos, conflictos laborales, reclamaciones de deudas, embargos y desahucios, quiebras de empresas o familias... La crisis lleva años sobrecargando a los ya de por sí saturados juzgados gallegos con un ingente volumen de asuntos que, en la mayor parte de los casos y por la especial sensibilidad de los temas que desencadenan el conflicto, requieren no solo una respuesta sino que ésta sea lo más rápida posible. La realidad, sin embargo, es muy diferente y lejos de mejorar, el atraso que acumula la Justicia en Galicia se agravó un poco más el año pasado al sumar 2.539 asuntos nuevos sin resolver, según el balance hecho público por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Los órganos gallegos, incluido el Tribunal Superior de Xustiza, arrastran un bolsa de 183.954 casos pendientes, una cifra récord en Galicia, que hoy por hoy tiene esperando por una resolución 47.000 asuntos más que hace diez años y es la quinta comunidad española (solo por detrás de Andalucía, Madrid, Cataluña y Valencia) en cuanto a volumen de casos sin resolver.
El colapso judicial se acentuó y lo hizo pese a que por primera vez la entrada de asuntos nuevos en los órganos gallegos se redujo (al pasar de 528.162 en 2009 a los 516.213 del año pasado). Tampoco el esfuerzo de los jueces fue suficiente para reducir la bolsa. Los magistrados gallegos resolvieron más asuntos que el año anterior, sobre todo en el ámbito civil y contencioso, pero aún así no lograron impedir que a final de año en la lista de procedimiento a la espera de sentencia apareciesen 2.539 nuevos asuntos.
El incremento de la llamada pendencia judicial no es algo nuevo en Galicia, una comunidad en la que desde el año 2004 la bolsa de asuntos sin resolver no ha dejado de crecer. La buena noticia, pese a todo, es que por primera vez el ritmo de crecimiento del atraso parece haberse ralentizado. Los 2.539 asuntos que se sumaron a la lista de espera de la Justicia gallega durante 2010, de hecho, se quedan muy lejos de los casi 22.000 que ganó en 2008 (el primer año de la crisis y el que tuvo el mayor impacto sobre la actividad jurisdiccional) o de los 14.950 que hubo que sumar al finalizar 2009. Y es que al igual que la crisis económica transformó en su día el funcionamiento de los juzgados, la progresiva reducción de los conflictos vinculados a la misma parecen estar teniendo el efecto contrario.
Según un reciente informe del CGPJ sobre los efectos de la crisis, en 2010 se redujeron en Galicia algunos de los litigios directamente ligados a la morosidad, como los embargos, las ejecuciones hipotecarias o los procedimientos concursales derivados de la declaración en quiebra de una empresa o un particular, lo que se tradujo a su vez en una disminución de la carga de trabajo en el ámbito civil. Los juzgados de Primera Instancia e Instrucción, de hecho, cerraron 2010 con 2.860 asuntos pendientes menos que a finales del año anterior.
En los órganos sociales, sin embargo, este cambio de tendencia aún no ha llegado. Los conflictos de orden laboral (como despidos, conflictos colectivos, expedientes de regulación...) igualaron prácticamente la cifra de 2009 y esto, unido a una ligera caída de los niveles de resolución, derivó en que los juzgados de lo Social acabaran con un 10% más de casos pendientes.
La otra jurisdicción responsable del aumento de la bolsa de atraso es la Penal, aunque en este caso por causas ajenas a la crisis. Los nuevos delitos de tráfico dispararon desde finales de 2007 los juicios rápidos contra conductores y con ellos, la bolsa de pendencia, que pasó de 60.682 asuntos a 71.891.
Esta tendencia a que se acentúe el atraso en los juzgados gallegos es común a casi todo el país. El año pasado, de hecho, solo tres comunidades (País Vasco, La Rioja y Aragón) lograron acabar el año con menos asuntos pendientes que al inicio.
El 67% del retraso se concentra en A Coruña y Pontevedra
Aunque la congestión y la lentitud judicial es un mal endémico de la Justicia en Galicia, lo cierto es que no afecta por igual a toda la comunidad. Los juzgados de A Coruña y Pontevedra presentan los niveles de atraso más preocupantes hasta el punto de que los órganos de estas dos provincias concentran el 67% de los 184.000 casos pendientes. La situación más delicada es la de los órganos judiciales coruñeses, no solo porque cerraron 2010 dejando abiertos 70.436 asuntos sino porque fue donde más creció la pendencia, al acumular otros 2.799 casos sin resolver. Por jurisdicciones, aumentó la cifra de asuntos en trámite en todos los ámbitos aunque lo más preocupante, al igual que en años anteriores, continúa siendo el notable volumen de conflictos penales pendientes de sentencia: 29.276. Menos numerosa pero en continuo aumento desde el inicio de la crisis, son ya 12.101 los casos de índole social que esperan respuesta en A Coruña.
En Lugo también creció el atraso, al pasar de 17.889 asuntos pendientes a 19.388, mientras que la justicia ourensana es la única que logró reducirlo (de 14.466 procedimientos abiertos a 13.640).
La pendencia en el TSXG bajó por segundo año consecutivo
Más allá de la evolución global de la Justicia en Galicia en 2010, el funcionamiento del Tribunal Superior de Xustiza sí experimentó un cambio de tendencia. Después de encadenar cuatro años de incremento de los asuntos pendientes, el alto tribunal redujo ligeramente la pendencia en 2009 aunque fue el año pasado cuando esta contención se consolidó. El TSXG cerró 2010 con una bolsa de 24.189 asuntos en trámite, es decir, 3.262 menos de los que había a principios de año. La reducción de la pendencia se debió fundamentalmente al buen ritmo de resoluciones de la sala de lo Contencioso, que fue objeto de una reorganización interna como medida extraordinaria para hacer frente al colapso y logró reducir su bolsa de casos pendientes de los 18.058 con los que inició el año a los 15.165 que había a 31 de diciembre. El presidente del TSXG, Miguel Ángel Cadenas, reconoce que, aunque en efecto, el funcionamiento de las dos salas más conflictivas "está más normalizado", la principal preocupación en estos momentos es la entrada "todavía muy elevada de recursos" en lo Social, "sobre todo, en materia de despidos".
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