Entrevista ao Presidente do Tribunal Superior de Xustiza de Galicia


26 oct 2008


Out26
Antonio González: “Hay que evitar asuntos que no tienen gran trascendencia”


Texto e foto: elcorreogallego.es

Al presidente en funciones del Tribunal Superior de Xustiza no le disgusta que Galicia asuma competencias, pero matiza que deben acompañarse de presupuesto

¿Cómo funciona la Justicia? La cuestión tendrá una respuesta diferente en función de a quién se pregunte. Desde dentro, el presidente en funciones del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), Antonio González Nieto, lo tiene claro. Se necesita más agilidad, pero considera que tampoco va mal.

¿Cuáles son los problemas?

Los problemas de la Justicia en Galicia son muy similares a los que existen en otras comunidades. Está necesitada de medios personales y materiales y quizá el sistema requiere modernización para ser más ágil. De todas formas, creo que la Justicia en Galicia va moderadamente bien.

¿Qué se puede mejorar?

La Justicia está masificada, todo el mundo acude a ella y creo que habría que evitar que muchos asuntos que no tienen gran trascendencia fueran a los tribunales. Casos como multas de tráfico o temas de invalidez o incapacidad. Sería fundamental reformar las leyes procesales, dando más importancia a la mediación, al arbitraje. Creo que habría que poner alguna multa por temeridad en los casos de abuso.

¿Son suficientes las nueve unidades judiciales asignadas a Galicia?

En la memoria judicial se señaló que serían necesarias bastantes más. Veintitantas. Al ser insuficientes no acabamos de resolver el problemas. Pero no consiste sólo en crear nuevas unidades, hay que ir al origen, matizar el número de asuntos que acuden a los tribunales.

Se camina hacia la especialización en la creación de juzgados, ¿debe potenciarse?

En principio, la especialización es buena. Se tiende a ella y están los de mercantil y violencia de género. Pero a veces no se produce el resultado esperado. Con la separación de las secciones civil y penal, en ocasiones, se ha producido un efecto perverso, es peor el remedio que la enfermedad. Ahora las secciones civiles de la audiencia empiezan a tener bastante pendencia y la parte penal se lleva bien.

Rotación de jueces y funcionarios, bajas... ¿contribuyen a los retrasos?

Cuando hay bajas simultáneas de funcionarios hay auténticos problemas. No me quejo de la Consellería, porque trata de cubrirlas lo antes posible, pero el sistema de nombramiento y de becas creo que no es el correcto, porque a veces no hay reciclaje ni formación. O porque un interino lleva un tiempo y, cuando sabe, tiene que cesar. No es ágil ni efectivo, pero detrás subyace la dotación presupuestaria.

¿Ve solución a esto?

Tenemos muchos organismos. Del Ministerio de Justicia dependen los secretarios, del Consejo General del Poder Judicial los jueces de refuerzo, y de la Consellería los medios personales y materiales. Una buena coordinación sería importante. Se habla de traslado de competencias y yo lo veo bien, pero siempre que haya detrás presupuesto.

También hace falta digitalizar.

_ Es importante y se está haciendo mucho. El tema del Prestige ha recibido un gran impulso con el juez de apoyo, pero hasta hace poco no estaba digitalizado. La digitalización es algo muy importante para evitar fallos. Si Hacienda funcionara en ese aspecto como funciona la Justicia, aquí no pagaba nadie. (Risas)

Habló del ‘Prestige’, ¿se verá pronto el juicio?

La pena está en que las medidas que se adoptaron ahora no se hayan adoptado con anterioridad. Lo normal es que fuese competencia de la Audiencia Nacional, pero con la normativa que hay compete a la jueza de Corcubión. Creo que lo normal sería que hubiese juicio en el primer semestre de 2009.

¿Confía el ciudadano en la Justicia?

El concepto que tiene el ciudadano de la Justicia, como ente abstracto, no es bueno, sobre todo por la lentitud. Pero las encuestas dicen que en relación con los jueces, les dan un aprobado alto. Tener un buen concepto, de todos modos, es difícil. Antes no se hablaba de la Justicia y ahora se habla mucho y se destacan los supuestos excepcionales que producen cierto escándalo.