Los profesionales desbordaron la oficina de registro ante la entrada hoy en vigor de la ley de tasas judiciales, pero Justicia anunció a última hora que no se pagarán en varias semanas al no estar listos los formularios
MARTA FONTÁN "Llevo diez años en esta oficina y nunca había visto nada igual". Quien así se expresa es uno de los funcionarios de la oficina de registro y reparto de demandas de los juzgados de Vigo. Y es que este servicio se ha visto desbordado los últimos días al presentar los abogados y procuradores cientos de pleitos para eludir las nuevas tasas judiciales que obligarán a los ciudadanos a pagar por pleitear en todas las jurisdicciones excepto en Penal. El aumento de actividad comenzó a notarse el viernes, pero la situación fue in crescendo hasta el punto de que ayer los profesionales entregaron un "aluvión" de demandas. Las imágenes de procuradores cargados de expedientes y haciendo cola fueron un continuo y algunos se confesaban extenuados. El esfuerzo se debía a que la ley entra hoy en vigor. Y así es, al menos formalmente. Porque, a última hora de la tarde, el Ministerio de Justicia anunció que los tributos no comenzarán a abonarse hasta que no estén listos los formularios de pago, cuya elaboración depende del Ministerio de Hacienda, una situación de la que horas antes alertaba el Consejo General de la Abogacía. Se prevé que "en las próximas semanas" se publique la orden que regulará el procedimiento y los impresos de autoliquidación. Hasta entonces las polémicas tasas seguirán sin abonarse.
La nueva ley de tasas judiciales -que contempla incrementos de entre 50 y 750 euros y que extiende estos tributos a todos los ciudadanos excepto a los que tienen derecho a justicia gratuita- salía publicada ayer en el BOE tras ser tramitada con carácter de urgencia y ser aprobada con los votos en solitario del PP. El PSOE ha recurrido esta normativa ante el Constitucional. Los abogados y procuradores vigueses habían protagonizado concentraciones para mostrar su rechazo a estas tasas y advertir de que impedirán pleitear a la clase media y a las pequeñas empresas. Pero ni estas movilizaciones ni las que se repitieron en el resto de España han conseguido frenar o paliar una ley que introduce por primera vez las tasas en el orden laboral y que establece tributos de hasta 1.200 euros para recurrir al Tribunal Supremo en la vía Civil y la Contencioso-Administrativa. "Es la muerte de la Justicia", resumía ayer el letrado Fabián Valero.
Ante la realidad que se venía encima, abogados y procuradores vigueses se afanaron en los últimos días en entregar cientos de demandas para evitar a sus clientes las tasas. Los días de más actividad en la oficina de registro fueron el martes y sobre todo ayer. Aunque aún se desconoce el número exacto de pleitos dado el aluvión de expedientes que provocó que inundasen estanterías, mesas e incluso los alféizares de las ventanas de este servicio, se calcula que estos dos últimos días la oficina registró unas 900 demandas: "Y podrían ser más, es una locura". En circunstancias habituales esta cifra no superaría las 400.
Algunos procuradores llegaban literalmente corriendo para poder entregar los pleitos antes de que cerrase la oficina. Una profesional descansaba pasadas las tres de la tarde en una silla del pasillo de los juzgados tras haber presentado más de ochenta demandas en una sola mañana. Otra compañera, María Jesús Nogueira, llevaba quince asuntos a las doce del mediodía. A última hora, tras recibir hasta en su smartphone más pleitos enviados in extremis por letrados, ya había perdido la cuenta.
Los abogados hicieron horas de más en sus despachos los últimos días para tener las demandas a tiempo. "Algún día estuve hasta las diez de la noche", explica Julio Pérez. A última hora de ayer, sin embargo, el Gobierno retrasó la subida de las tasas porque no están listos los impresos.
Publicado o 22/11/2012 en www.farodevigo.es
Enlace permanente: pica aquí
