Manuel Marchena será fiscal general si gobierna el PP


19 sept 2011


En ausencia del Rey, cuyo tendón de Aquiles es su tendón de Aquiles -del que convalece-, el acto de apertura del Año Judicial celebrado este pasado jueves tuvo una estrella inesperada: el magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo Manuel Marchena, cuyas manos fueron estrechadas, su espalda palmoteada y sus mejillas besadas con una intensidad insospechada.
Publicado en www.cuartopoder.es


En ausencia del Rey, cuyo tendón de Aquiles es su tendón de Aquiles -del que convalece-, el acto de apertura del Año Judicial celebrado este pasado jueves tuvo una estrella inesperada: el magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo Manuel Marchena, cuyas manos fueron estrechadas, su espalda palmoteada y sus mejillas besadas con una intensidad insospechada.

La causa de tanta muestra de aprecio fue la extendida percepción entre sus colegas de que Marchena será el futuro fiscal general del Estado en el supuesto probable de que el PP gane las elecciones del próximo 20 de noviembre, y es sabido que en la Judicatura se olfatea de lejos a los vencedores para correr en su auxilio cuando la ocasión lo aconseja.

Por otro lado, la designación de Marchena no extrañaría a nadie. A diferencia de Miguel Colmenero, otro de los jueces del Supremo a los que se sitúa en la órbita del PP, Marchena procede de la carrera fiscal y fue en su día la mano derecha de Jesús Cardenal, el militante del Opus Dei al que Aznar encomendó la Fiscalía General del estado

Los méritos de Marchena para hacerse con el puesto son incontestables. Se hizo notar con ocasión de la sentencia que absolvió a los policías que detuvieron a los dos presuntos agresores del entonces ministro de Defensa José Bono, ambos militantes del PP. En su voto particular insistió en que la detención había sido ilegal y los agentes habían falsificado el atestado.

Por si esto fuera poco, es el instructor que ha llevado una de las tres causas por prevaricación que Baltasar Garzón acumula en el Supremo, en concreto la que investiga los pagos que recibió de varios bancos y empresas mientras duró su estancia en la Universidad de Nueva York en 2005 y 2006.

Para completar el currículo, Marchena fue uno de los dos magistrados que cuestionó en otro voto particular el Sistema Integrado de Interceptación Ilegal de Telecomunicaciones (SITEL), uno de los caballos de batalla del PP contra Rubalcaba. Nunca antes había planteado oposición alguna al sistema de escuchas de teléfonos móviles, aun cuando participó en una sentencia del Supremo que lo avalaba.

Así es este hombre tan solicitado en la apertura del Año Judicial, incluso por la progresista portavoz del Consejo General del Poder Judicial, Gabriela Bravo. En opinión de sus compañeros, su futuro es esplendoroso.


Texto: Juan Carlos Escudier

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