A Xustiza en Galicia. Santiago (I)


2 nov 2009


[ Publicado en www.lavozdegalicia.es ]

La plantilla de los juzgados paga el pato de la crisis

Los asuntos se han multiplicado, no así los recursos humanos

 

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Es un axioma judicial: a más crisis, más trabajo para los juzgados, y a más carga de trabajo, más bajas. Y como las ausencias laborales no se cubren, los funcionarios que quedan se desesperan y la pelota crece hasta el infinito.

Ostentar la capitalidad de Galicia no significa que las cosas vayan mejor en los juzgados de Santiago de Compostela que en los de cualquier otra localidad de la comunidad.

Por lo que se refiere a infraestructura, en el edificio judicial de la rúa Viena, en Fontiñas, no cabe un órgano judicial más. Y los profesionales confían en que la ampliación de los servicios en un nuevo inmueble, cuya construcción ya está aprobada, resuelva al menos los problemas de espacio. La urgencia perentoria es un juzgado de lo social. Las dos salas que hay en Compostela pueden atender, como máximo, unos 850 casos al año. Pero los números no salen: en el año 2008 fueron 1.300, una sobrecarga del 53% denunciada en diversas ocasiones por colectivos directamente afectados, como el Colegio de Abogados.

Lejos de ser una ventaja, la capitalidad es un problema para los juzgados de lo contencioso, ya que a ellos van a parar directamente pleitos relacionados con las instituciones con sede en Santiago.

Y hacen falta más cosas para que el justiciable santiagués tenga el servicio que se merece: otro juzgado de primera instancia, uno de lo contencioso y otro más de instrucción, ya que los que existen tienen los módulos sobrepasados, con unas 6.000 diligencias previas al año cuando, según las fuentes consultadas, «4.000 ya son demasiadas».

En total, Santiago tiene seis juzgados de primera instancia, uno de los cuales se ocupa de temas de familia; otros tres de instrucción; dos de lo social; dos de lo penal y dos de lo contencioso, sin contar la Sala Sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña.

Ahora mismo, los únicos que están «al día» -sobrecargados también, pero menos- son los de lo penal. Eso sí, si no se cuentan las ejecutorias pendientes, que eran 854 en el 2008.

Lo escaso de la plantilla es otro de los grandes problemas. Pero no es propio, sino estructural. Lo que más perjudica es que no se cubren las bajas, y que los funcionarios en activo tienen que absorber su sobrecarga y la de los compañeros que no están. De locos. Si uno bucea en la hemeroteca verá que, desde 1978, cada página que se dedica a los problemas de la Justicia en una ciudad como Santiago -ocurre también en las demás- siempre está escrita sobre el mismo argumentario: necesidad de medios humanos y materiales.

Lo único que es seguro, de momento, es la construcción de un nuevo edificio en la rúa Berlín, junto al centro sociocultural, de 2.000 metros cuadrados, con capacidad para albergar hasta seis juzgados y tres salas para celebrar vistas orales. Los plazos avanzados por la Administración señalan que las obras empezarán en la segunda mitad del año próximo. Jueces, abogados y procuradores coinciden, no obstante, en que de poco valdrá un inmueble si no se dota adecuadamente del personal necesario. Y ese es el gran problema en la Justicia de Santiago.

 

La sala compostelana de la Audiencia cumple diez años con sus medios completamente agotados

La Sección Sexta de la Audiencia Provincial está a punto de cumplir diez años. En todo este tiempo, el servicio ha ido agotando sus recursos humanos, y el atasco es ahora mismo más que evidente. La plantilla está formada por cuatro magistrados, un secretario, tres funcionarios del cuerpo de gestión procesal, cinco de tramitación y dos de auxilio judicial. Al ser mixta, se encarga tanto de procesos civiles como penales, aunque es en los primeros donde más se deja notar el colapso, según la Memoria Judicial. Este documento dice que «se hace precisa» la creación de una quinta plaza de magistrado en futuras revisiones de plantilla. Abogados y procuradores se suman sin dudarlo a esta petición.