El Gobierno portugués ha propuesto recortar las pensiones de las trabajadoras y trabajadores públicos hasta en un 10% como objetivo para reducir el gasto público y garantizar la sostenibilidad de las cuentas, tal y como le reclama la troika.
El Gobierno luso plantea nuevos recortes.
El 10% se ha puesto de moda últimamente, por varias razones pero siempre ligadas a recortes bien sea en España o en Portugal. Tanto Europa como el FMI parece que solo conocen una receta, la única que hasta ahora no ha dado ningún fruto: el recorte salarial, bien sea del personal trabajador en activo o de pensionistas.
El Gobierno portugués, de la mano del primer ministro conservador, Pedro Passos Coelho, quiere aprobar los recortes en las pensiones de los empleados públicos en los próximos meses ya que espera que entre en vigor el 1 de enero de 2014, cuando también comenzaría a aplicarse el aumento de la edad de jubilación, que pasaría de los 65 a los 66 años.
El plan del Gobierno luso, pasa por reducir en hasta un 10% las pensiones de los trabajadores y trabajadoras del sector público, tanto por jubilación como por invalidez. De acuerdo con su proyecto, se verían afectadas las personas de la Administración Pública, de todas las edades y cuya pensión supere los 600 euros mensuales, igualmente sufrirán ajustes de magnitud similar los subsidios por viudedad a partir de 300 euros mensuales.
La aplicación de estos recortes pone de manifiesto la escasa importancia que las personas tienen para los poderes económicos que están dispuestos a recortar salarios a ciudadanos que ya han cotizado por ello y que, además, no tienen otra forma de obtener más recursos económicos.
Este recorte se añade a la aprobación por el Parlamento a finales de julio del aumento del horario de trabajo de los funcionarios y funcionarias que ha pasado de 35 a 40 horas semanales. Destacar también que, a partir de septiembre, habrá un programa para suprimir 30.000 puestos de personal funcionario, de un total de 700.000 empleados públicos portugueses.
Para la FSC-CCOO estos recortes suponen una nueva equivocación de la troika que continúa impulsando ajustes brutales a los sectores más desfavorecidos, lo que está provocado un avivamiento de la crisis y una honda depresión económica de la que no parece verse el fin.
FSC-CCOO apoya a los sindicatos portugueses de Función Pública en aquellas acciones que la plataforma sindical tome para rechazar las medidas que pretende imponer el Gobierno luso.
El Gobierno portugués, de la mano del primer ministro conservador, Pedro Passos Coelho, quiere aprobar los recortes en las pensiones de los empleados públicos en los próximos meses ya que espera que entre en vigor el 1 de enero de 2014, cuando también comenzaría a aplicarse el aumento de la edad de jubilación, que pasaría de los 65 a los 66 años.
El plan del Gobierno luso, pasa por reducir en hasta un 10% las pensiones de los trabajadores y trabajadoras del sector público, tanto por jubilación como por invalidez. De acuerdo con su proyecto, se verían afectadas las personas de la Administración Pública, de todas las edades y cuya pensión supere los 600 euros mensuales, igualmente sufrirán ajustes de magnitud similar los subsidios por viudedad a partir de 300 euros mensuales.
La aplicación de estos recortes pone de manifiesto la escasa importancia que las personas tienen para los poderes económicos que están dispuestos a recortar salarios a ciudadanos que ya han cotizado por ello y que, además, no tienen otra forma de obtener más recursos económicos.
Este recorte se añade a la aprobación por el Parlamento a finales de julio del aumento del horario de trabajo de los funcionarios y funcionarias que ha pasado de 35 a 40 horas semanales. Destacar también que, a partir de septiembre, habrá un programa para suprimir 30.000 puestos de personal funcionario, de un total de 700.000 empleados públicos portugueses.
Para la FSC-CCOO estos recortes suponen una nueva equivocación de la troika que continúa impulsando ajustes brutales a los sectores más desfavorecidos, lo que está provocado un avivamiento de la crisis y una honda depresión económica de la que no parece verse el fin.
FSC-CCOO apoya a los sindicatos portugueses de Función Pública en aquellas acciones que la plataforma sindical tome para rechazar las medidas que pretende imponer el Gobierno luso.