La Xunta anunció ayer a última hora que asumirá las labores de limpieza
Nadie limpia el juzgado de paz de Oleiros desde el pasado 1 de septiembre. Y así están las instalaciones: llenas de polvo, bolsas de basura, papeles sucios y con un cuarto de baño que ni Mr. Proper se atrevería con él. La situación ha llegado a tal extremo que los trabajadores acuden a su puesto con mascarillas. Y, hartos de que las distintas Administraciones no solucionen el problema, han decidido echar el cierre.
Los trabajadores explican que sus superiores ya están informados de esta decisión y anuncian que a finales de este mes no habrá nadie tras el mostrador de este juzgado de paz. Matizan, no obstante, que se organizarán entre ellos para cubrir los servicios mínimos. «Solo atenderemos defunciones e inscripciones en el registro por nacimientos. Todavía no sabemos si atenderemos al público en la puerta, pero desde luego no será dentro de la oficina», indican los trabajadores. Y las parejas que se quieran casar gratis en el juzgado de Oleiros ya pueden ir buscando una alternativa: «Los tendremos que derivar al Concello, donde cobran por las bodas».
Los trabajadores dicen que las Administraciones no solucionan el problema, que tan solo se dedican a pasarse la pelota mientras ellos están en una situación de desamparo. «Hemos aguantado bastante. Nos han dicho mil veces que lo van a arreglar, que tengamos paciencia, pero así llevamos ocho meses y a la conclusión que llegamos es que nos están mareando», se quejan. El problema, aseguran, no es solo que tengan que ir al cuarto de baño a los bares de la zona o a dependencias municipales próximas. Aseguran que las oficinas se han llenado de arañas, ácaros «y esos bichos que aparecen cuando hay suciedad». A todos los trabajadores les pican los ojos y la garganta y la situación, suponen, se agravará en cuanto empiece el buen tiempo.
Por las oficinas ya fueron la Inspección de Trabajo y técnicos en prevención de riesgos laborales de la Xunta. Y los informes amparan las quejas de los trabajadores. De hecho, uno de esos informes certifica que las consecuencias por la falta de limpieza en las instalaciones pueden ser «dañinas» y que los riesgos son «importantes», tanto como para recomendar que se solucione el problema en un plazo mínimo o que los trabajadores no acudan a su puesto hasta que se reduzca el riesgo.
Todo por una jubilación
Los problemas comenzaron el pasado 1 de septiembre, cuando se jubiló la limpiadora titular del juzgado (personal laboral). Desde la Consellería de Xustiza defienden que el contrato de esta limpiadora «venía heredado» con anterioridad a 1995, cuando el Ministerio de Justicia transfirió competencias a la Xunta, y que, por lo tanto, ahora ya no le corresponde asumir el coste de ese servicio, sino que debe ser el Ayuntamiento de Oleiros. Argumentan que la Administración local debe ocuparse de «las instalaciones y medios instrumentales» del juzgado, un concepto en el que los responsables de la Consellería de Presidencia incluyen el personal de limpieza, algo que Oleiros se niega a asumir desde el principio.
De todas formas, y para evitar que los trabajadores echen el cierre, desde la delegación provincial de la Xunta anunciaron ayer que Presidencia asumirá la limpieza de las instalaciones. Pero, a cambio, descontarán ese gasto de los 4.274 euros de subvención anual que conceden al Concello de Oleiros para los gastos de funcionamiento del juzgado.
Presidencia descontará el gasto del servicio de una ayuda que da al Concello
Publicado el 15/05/2012 en www.lavozdegalicia.es
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