«Ferrol necesita un juzgado especializado en maltrato»


16 ene 2012



Entrevista a Carlos Suárez-Mira Rodríguez, titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Ferrol

El magistrado sostiene que España cuenta con leyes de lo más avanzado del mundo en protección de las mujeres

Carlos Suárez-Mira Rodríguez es el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Ferrol que tiene asignada la competencia de maltrato a las mujeres. Coruñés de nacimiento y profesor universario, fue magistrado suplente en la Audiencia y juez de carrera desde que tomó posesión de la plaza en el juzgado local.

-Su trabajo hasta ahora era como teórico del derecho o como integrante de un tribunal juzgador, el cambio a juez de instrucción es como pasar de la teoría a la práctica.

-Efectivamente, este es un órgano menos teórico y más práctico, más procesal que penal. He querido yo venir a un juzgado de instrucción, porque creo que es muy importante para mí como juez.

-Pero viene para un órgano, el Instrucción 2 de Ferrol, del que todos escapan por su situación, ¿no es así?

-Sí, sabía lo que hacía porque como fui el número uno de mi promoción podía escoger. Preferí un juzgado de la provincia de A Coruña, porque soy coruñés.

-Reconoce, sin embargo, que la situación de este órgano compartiendo la tarea de cualquier juzgado de instrucción y la materia de maltrato, es complicado..., ¿no sería necesario un juzgado exclusivo de Violencia sobre la Mujer?

-A lo mejor las cifras que exige el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) no son suficientes, pero este juzgado no debe funcionar solo por cifras. Y tal como está este órgano, aborda lo de cualquier juzgado de instrucción, como estafas, delitos societarios, y la violencia sobre las mujeres. Creo que Ferrol tiene como ciudad la suficiente categoría como para tener un órgano especializado y no sería un despilfarro. Porque plantea problemas cada mañana. Un día, por ejemplo, tuve ocho violencias. De manera que trastoca toda la agenda y los letrados, procuradores y testigos citados para ese día vieron que se suspendía todo para dar prioridad a la violencia. En fin, que es muy perturbadora esta situación, tanto para el trabajo del juez como para la oficina. Y, por si fuera poco, tenemos dos vacantes de funcionarios sin cubrir.

-¿Qué caso le ha impresionado más de los que ha visto?

-Afortunadamente la gran mayoría no pasan de golpes y magulladuras, sin uso de armas, pero sí tuve, y en fecha reciente, un caso de acoso a una mujer por parte de su marido, con violencia sexual incluida. La pareja vivía fuera, en Europa, más no puedo extenderme porque soy el juez instructor. Y ella aprovechó el regreso a España para denunciarle. Me impresionó por el control y violencia psíquica sobre ella, que la había anulado por completo.

-¿Qué opina de la Ley de Violencia contra la Mujer?

-Es muy tuitiva, muy protectora para la mujer, aunque como toda ley es mejorable. Se puede decir que España es de los países del mundo donde más protegidas están las mujeres frente al maltrato.

-Usted se pronunció públicamente contra el sistema actual de elección o designación de jueces para cargos, ¿qué tacha hace al sistema actual?

-Uno de los problemas es que las actuales asociaciones de jueces tienen más o menos apego ideológico, en ocasiones poco indisimulado. Estas asociaciones son determinantes en la elección del Consejo General del Poder Judicial y este designa a los presidentes de las Audiencias de salas del Tribunal Supremo o de los Tribunales Superiores y otros cargos. La realidad es que la mayoría de los cuatro mil quinientos jueces que somos no estamos asociados, por ello creo que se produce una falta de democracia. Quizás con una única asociación ocurriría de otra manera, como en otros países. Aquí solo los decanos judiciales son designados por elección de sus compañeros. Ello resta poder al Consejo, que tendría que ser también quien gestionase la dotación de medios.


Publicado el 16/01/2012 en www.lavozdegalicia.es

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