10.08.2011.- Un informe de la Fundación 1º de Mayo de CCOO defiende una quita masiva de deuda privada y una reducción del tamaño del sistema bancario como únicos remedios para evitar el estallido social. El trabajo de Bruno Estrada y Juan Laborda analiza la situación del orden económico actual y se realizan propuestas alternativas a la crisis de visión del pensamiento económico dominante.
El informe de la Fundación 1º de Mayo de CCOO recuerda que el origen de la actual crisis económica se encuentra en el sobreendeudamiento privado y defiende una quita o reducción de deuda de los hipotecados o endeudados. Además, sus autores, Bruno Estrada, director de Estudios de la Fundación, y Juan Laborda, profesor de la Universidad Carlos III, auguran una serie de ataques especulativos, que culminarían, tras afectar a valores refugio como el bono alemán, con una depreciación "masiva" del dólar.
El estudio, titulado ‘Un análisis crítico del orden económico actual’, indica que el origen de la actual crisis económica se encuentra en el sobreendeudamiento privado. Sin embargo, según detallan sus autores, ninguna de las soluciones propuestas contempla una quita o reducción de deuda de los hipotecados o endeudados. Tampoco, añaden, se ha planteado que la condición necesaria para salir de la crisis pasa por una reducción del tamaño del sistema bancario global. Por el contrario, los rescates bancarios se han hecho a medida de los intereses de quienes han provocado esta crisis, el lobby bancario y financiero.
Por otro lado, el informe recuerda que la actual crisis financiera está acelerando la traslación del eje económico a través del Pacifico, desde EEUU a China. En una nueva fase de la globalización, China y el resto de países emergentes están llamados a jugar un papel esencial. En estas sociedades el control de la política por la economía es mucho mayor al que estamos acostumbrados según los parámetros actuales de los países occidentales, señalan. Este mayor peso de la política se concreta en el control de cambio sobre la moneda, una fuerte regulación de la actividad económica y una fuerte presencia de empresas públicas.
Por ello, el informe defiende la constitución de un "Club de Pekín", a imagen y semejanza del Club de París instaurado en 1956. Entonces los países subdesarrollados se beneficiaron de acuerdos de quita y demora en la deuda que tenían contraída con los países desarrollados. Ahora, este "Club de Pekín" debería acordar una reducción global de la deuda, que es fundamentalmente privada, ya que es impagable a escala mundial, y consecuentemente una reducción del sector financiero privado mundial, el desarrollo de eficaces instituciones financieras públicas y democráticas de ámbito global y una nueva política monetaria a escala mundial en la que debe considerarse una nueva moneda de reserva diferente al dólar, defiende el informe.
El informe, compuesto por siete apartados, dedica uno de sus capítulos a detallar un posible calendario de ataques especulativos, adelantado por sus autores en enero de 2011. Tras acertar en la predicción de los rescates a Grecia, Irlanda y Portugal, este calendario augura además la venta masiva de deuda soberana de los países europeos más vulnerables, como España, Bélgica, e Italia. A continuación, la espiral de ventas, y después de afectar a Francia y Reino Unido, llegará incluso a valores refugio como Alemania y Estados Unidos, indican, para predecir finalmente una venta de activos con riesgo de gran magnitud, lo que podría desembocar en una depreciación masiva del dólar frente al resto de divisas, con el oro alcanzando niveles récord, cercano a niveles de 2000-2500.
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