Nota informativa de CCOO de Justicia
CCOO denuncia, de nuevo, la política de recortes y restricciones que está llevando a cabo la Dirección Xeral de Xustiza , en concreto sobre la eliminación durante los meses de julio, agosto y septiembre, de todas las prolongaciones de jornada concedidas a los Juzgados de Violencia contra la Mujer de los Juzgados de Galicia.
La Dirección Xeral de Xustiza viene manteniendo desde hace algunos años la política de eliminar durante los meses de julio, agosto y septiembre, las llamadas “prolongaciones de jornada” – concepto que retribuye el trabajo efectuado fuera del horario legalmente establecido - a los trabajadores de la administración de justicia.
Sin embargo, estas prolongaciones se mantenían siempre en los Juzgados de Violencia contra la Mujer debido a varios factores como la penosidad, la especial dificultad y la elevada carga de trabajo, ya que si algo caracteriza a este tipo de juzgados es que su horario no puede estar sujeto a los márgenes de un horario de oficina. Cuando se produce un delito de violencia familiar, o conyugal y las parte acuden al Juzgado, éste ha de estar operativo hasta que se les dé una resolución al conflicto, independientemente del horario oficial de trabajo del juzgado.
Como los juzgados de violencia – especialmente los de las grandes ciudades como Vigo o A Coruña, con una elevadísima carga de trabajo – no percibían un complemento específico por estos conceptos, las prolongaciones de jornada retribuían esta especial disponibilidad de los trabajadores, así como la elevada carga de trabajo que soportaban.
Sin embargo, este año, la Dirección Xeral ha decidido suprimir estas prolongaciones de jornada, por lo que los trabajadores de los Juzgados de Violencia contra la Mujer se ven abocados, o bien a trabajar gratuitamente, o bien a desatender una servicio fundamental para la protección de los derechos e integridad de las víctimas de violencia doméstica.
Una vez más la Dirección Xeral demuestra, con esta decisión, no sólo su escaso interés por mejorar el funcionamiento de la Administración de Justicia en Galicia, sino también su nula sensibilidad hacia las víctimas de violencia al supeditarlas a esta insensata política de recortes.
Con la eliminación de las prolongaciones de jornada y, caso de que los trabajadores de los Juzgados de Violencia se nieguen a trabajar gratis más allá de su horario laboral, se puede llegar al absurdo de que una víctima de violencia de género tenga que esperar a que abra el Juzgado de Guardia (a las 17.00 horas) para ser oída por un juez. Y ello, teniendo en cuenta que el Juez de Guardia únicamente resolverá sobre la posible medida de protección y sobre la situación personal del acusado, pero nunca celebrará juicio.
La Dirección Xeral conoce perfectamente que esta es la situación a la que aboca a las víctimas de violencia de género – especialmente grave en ciudades de elevada conflictividad como Vigo y A Coruña – pero en un ejercicio de cinismo sin precedentes, decide eliminar igualmente las prolongaciones de jornada a los trabajadores esperando a que sean éstos quienes suplan con su responsabilidad y su celo profesional la atención a las víctimas de violencia de género. Aunque sea a costa de un trabajo no remunerado.
Por otra parte, estas prolongaciones de jornada también servían para intentar desatascar unos órganos judiciales con una elevadísima pendencia.
Desde CCOO denunciamos públicamente la política de recortes que está llevando a cabo en este momentos la Dirección Xeral de Xustiza que supondrá un deterioro del servicio público que presta la Admón. de Justicia, teniendo en cuenta la crítica situación en la que se encuentran casi todos los órganos judiciales y el aumento de la carga de trabajo en estos últimos años.
CCOO se opone rotundamente a la suspensión de las prolongaciones de jornada así como al recorte en el nombramiento de personal interino y pide a la Administración que rectifique la postura tomada y se realice un informe previo antes de la toma de una decisión, que viene a agravar, todavía más, si cabe ,la situación de colapso que sufren los órganos judiciales ya de por si sobrecargados de trabajo, en estos momentos .
