No me representan


16 jun 2011


Por Ignacio Escolar

Publicado en www.escolar.net

Quienes escupen a los parlamentarios, quienes los zarandean, quienes lanzan piedras o pintura contra ellos o quienes llevan la protesta contra un político hasta las puertas de su casa, donde duerme su familia, no me representan. Tampoco representan a los indignados, cuyos portavoces se han desmarcado de estos actos violentos. Aquellos políticos que quieren deslegitimar este movimiento con estos sucesos graves pero anecdóticos –en este mes que llevamos desde el 15-M, la inmensa mayoría de las protestas han sido pacíficas– están haciendo la misma equiparación injusta de los que pregonan que todos los políticos son iguales.

Sin embargo, ayer todo el 15-M perdió fuerza por culpa de esta minoría violenta, con la que habría que poner kilómetros de distancia. Si hay alguna esperanza de que este movimiento consiga plantar cara a los abusos que está provocando la crisis no es porque 4.000 o 40.000 personas se manifiesten frente al Parlament, sino porque una gran mayoría social (entre el 66% y el 80%, según las encuestas) simpatice con sus propuestas.

Es una lástima que la violencia haya eclipsado el verdadero debate: el brutal recorte social que ayer aprobó CiU en Catalunya (con la inestimable ayuda del PP, que apoyó el plan mientras Mariano Rajoy disimulaba). Entre las víctimas de esta poda está la educación, que se queda sin gran parte de sus becas. O la sanidad, donde el tijeretazo pretende cerrar los quirófanos por las tardes o atender a 76.000 pacientes menos en urgencias (no sé cómo: tal vez los manden a casa). Esto, que no se contó en ningún programa electoral, también es violencia. Pero para responder ante este abuso sobran las pedradas o los escupitajos.

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