Publicado en www.diariodeferrol.com
Los funcionarios del Juzgado de Primera Instancia número 3 de Ferrol llevan seis meses “confinados” en el sótano del antiguo Palacio de Justicia, en espera de que finalicen unas obras que les permitan reubicar su sede definitiva en la primera planta del inmueble. El emplazamiento actual iba a ser por dos meses, pero los retrasos acumulados en los trabajos de mejora de las dependencias judiciales y la posterior quiebra de la empresa adjudicataria, Feyju Galicia, ha propiciado que continúen desarrollando su actividad diaria en un espacio mínimo y con unas cuestionables medidas de seguridad. Sin ir más lejos, la puerta de salida al exterior está tapada por unos armarios.
La oficina que ocupan tiene una superficie de alrededor de 30 metros cuadrados, que puede resultar adecuada para el fin con el que se construyó –juzgado de guardia, con cuatro funcionarios–, pero no para los ocho trabajadores del Juzgado de Primera Instancia 3. De hecho, entre las mesas y los archivadores resulta difícil moverse y ni siquiera hay espacio para una silla, por si algún administrado necesita sentarse.
La entrada está habilitada desde la primera planta del antiguo edificio judicial, a través de unas angostas escaleras. Al principio funcionó el ascensor, pero desde hace varias semanas está inoperativo. Según la información recogida al respecto, supuestamente, la empresa que lo puso a funcionar no cobró y al poco tiempo le de–sapareció una pieza. Este hecho supone un inconveniente más para los administrados que tengan problemas de movilidad.
Como ya se indicó, la puerta de acceso desde la calle, que es la que se pretende utilizar cuando se instale en el sótano el juzgado de guardia, está también inutilizada y los funcionarios temen las consecuencias que de eso se puedan derivar si algún día se produce un incendio, por ejemplo. No sería la primera vez que ocurre algo así en el sótano, ya que, hace un par de años, a causa de un cortocircuito en la instalación eléctrica ardió parte de un archivo.
Y hablando de archivos, los que actualmente tiene el Juzgado de Primera Instancia 3 están al completo. En las estanterías ya no cabe ni una carpeta más, por lo que los documentos se acumulan en los estrechos pasillos en columnas que casi tocan el techo.
Los armarios en los que se guardan los documentos que se utilizan a diario están colocados en medio de la oficina, entre las mesas de los funcionarios, y en el pasillo de los aseos, de forma que para acceder al baño hay que hacerlo caminando de lado. En otra de las dependencias también utilizada como archivo, el personal del Juzgado no es el único que tiene acceso a la misma, como lo demuestran las huellas dejadas por los ratones encima de los expedientes en forma de excrementos, con el consiguiente mal olor, e incluso en el propio techo, en el que se pueden ver varios agujeros.
Todo esto ocurre en unas estancias recién construidas y que todavía no fueron inauguradas, porque forman parte de un proyecto inacabado, como se decía al principio, en el que la Xunta está invirtiendo dos millones de euros.
Personal
Frente a esta situación, los funcionarios afectados manifiestan insistentemente que no quieren más traslados provisionales –el anterior les llevó 15 días–. Insisten en que se agilicen las obras para poder asentarse definitivamente en sus nuevas oficinas de la primera planta.
Alguno de los afectados añadió que lo que tendría que hacerse en Ferrol, al margen de exigir la continuación de las obras, es “luchar por la creación de más órganos judiciales, porque nos estamos quedando a años luz de otras ciudades”. En esta línea, hacía referencia a lo ya expresado por fuerzas políticas e incluso por el decano de los jueces, Alejandro Morán Llordén, en el sentido de que el partido judicial de Ferrol es el tercero de Galicia por número de habitantes, por lo que, como mínimo, le corresponde una sección de la Audiencia.
A este respecto, cabe recordar que el pleno de la corporación municipal adoptó esta misma semana un acuerdo unánime para solicitar la sección de la Audiencia y, con la abstención del PP, un nuevo juzgado de Primera Instancia con competencia en Familia.
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