Ignacio de Frías, xuíz decano de Pontevedra


8 nov 2009


[ Publicado en www.farodevigo.es ]

"No hay juzgados al borde del colapso, pero si no se invierte la tendencia, todo llegará"

Quiere que Pontevedra recupere "la fama que tenía de funcionar mejor" que otros tribunales

 

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Ignacio de Frías Conde lleva siete años al frente del juzgado de Primera Instancia 2 de Pontevedra. Una trayectoria que le permite conocer cómo funciona la administración de Justicia en la capital de la provincia y que ha servido para que los magistrados de la ciudad le hayan designado esta semana nuevo juez decano de Pontevedra. Un cargo desde el que espera “escuchar a los compañeros para detectar los problemas que hay, ver lo que se puede hacer y a quien hay que dirigirse para que, a ser posible, se solucionen estas deficiencias”. “El juez decano no tiene muchas posibilidades de hacer cosas y solucionar problemas por sí mismo, pero sí capacidad de moverse para que las cosas mejoren”, explica.

–¿Cuál es la situación actual de los órganos judiciales de la ciudad de Pontevedra?

– En general estamos bastante atascados. Pontevedra siempre tuvo fama de funcionar bastante bien y mejor que el resto de partidos judiciales servidos por magistrados. Sin embargo en los últimos años ya se ha equiparado con otros sitios. Desde luego los juzgados de Primera Instancia, que son los que yo más conozco, se han puesto al mismo nivel que los de Vigo e incluso hemos llegado a superarlos en número de asuntos. En estos momentos los juzgados de Primera Instancia, Sociales y Penales están muy saturados de trabajo. Quizá los que presentan una mejor situación son los Contenciosos y los Mercantiles, que en otras provincias están absolutamente saturados.

–¿Y a qué se debe este incremento de asuntos?

–La crisis ha incidido fundamentalmente en los juzgados de lo Social, en lo Mercantil y en Primera Instancia. Pero son diversas reformas procesales del Parlamento que transformaron determinadas conductas en nuevas figuras delictivas las que han incrementado considerablemente en número de ejecutorias por lo Penal, incrementando la carga de trabajo más que la propia crisis. En el Juzgado de Primera Instancia notamos que nos hacemos cargo de muchos asuntos que, conforme a la Ley de Enjuiciamiento Civil no serían competencia de Pontevedra, pero las partes que deciden litigar aquí y no en otro sitio, quizá confiados porque en su día trabajábamos con más agilidad que muchos otros partidos judiciales, cosa que ahora no ocurre. Nos gustaría funcionar mejor de lo que lo hacemos ahora.

– ¿Hay alguna jurisdicción en concreto en la que los problemas sean mayores que en el resto?

–En mi opinión, los Penales, los Sociales y Primera Instancia son las jurisdicciones que están más saturadas.

–¿Y se puede decir que alguna sala se encuentre al borde del colapso?

–Yo creo que no hay ningún juzgado al borde del colapso, pero gracias a la labor de todos los compañeros que están haciendo realmente un sobre esfuerzo. Pero, bueno, si esta tendencia no se invierte todo llegará. En Primera Instancia se creó un nuevo juzgado que comenzó a funcionar en diciembre pero todavía estamos arrastrando todo el incremento de asuntos de los años anteriores. Probablemente en cuanto la crisis ceda quizá notemos una mejoría.

–¿Son necesarios órganos judiciales de nueva creación en Pontevedra?

–En la última junta de jueces en la que se abordó esta cuestión, que yo recuerde, se consideró que era necesario un nuevo Juzgado de lo Social, un Penal, un Juzgado de Instrucción y dos de Primera Instancia más.

–Esos son muchos juzgados..., ¿cuáles son los que tienen más posibilidades de llegar a ser una realidad a corto plazo?

–Según las noticias que tengo, puede existir la posibilidad de que se creasen dos nuevos órganos para el próximo año judicial y, habiéndose creado el pasado año uno de Primera Instancia en la ciudad, pudiera ser que en esta ocasión se apostase por un Penal o un Social. En cualquier caso, yo, como juez decano, no tengo una comunicación oficial de nada.

–¿Es urgente abordar la construcción de una nueva sede judicial en la ciudad?

–Es necesario porque, para empezar, estamos separados en dos edificios y lo ideal es una única sede. Pero es que además no hay espacio físico. La semana pasada se publicó en el BOE la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial para implantar la oficina judicial y eso va a suponer un cambio en el concepto del espacio en la oficina judicial. No sabemos, incluso, si las instalaciones que tenemos ahora van a ser útiles con esta nueva concepción de la Justicia. Es decir, sí que resulta necesario y urgente construir una nueva sede. Ya lo era antes y lo es más ahora después de estas reformas legislativas.

–¿Queda mucho por avanzar en la modernización de la Justicia? ¿Empezamos de cero?

–Yo no diría que se parte de cero, pero sí que estamos muy al principio del camino.

–¿Es el mayor problema que los juzgados funcionen casi como compartimentos estancos, sin comunicación entre ellos?

–Esto puede tener relevancia en jurisdicciones como el orden Penal, pero el mayor problema es de planta. Ya se ha dicho que somos muy pocos jueces para muchos habitantes. Estamos por debajo de la mitad de la media europea. Ahora parece que se está haciendo un esfuerzo y buscando soluciones.

–¿Y son las correctas?

–Ya veremos si son acertadas o no. Yo creo que algunas sí, otras menos..., la práctica nos dirá. En todo caso se necesitan más jueces, incluso más que funcionarios. El que tiene que resolver al final es el juez. El año pasado en este juzgado se ingresaron unos 1.700 asuntos. Llevar ese volumen de trabajo si se cuentan los días laborables, las horas, la celebración de vistas, mirando los papeles, firmando las resoluciones..., pues por mucho que sepamos y trabajemos ya nos dirá como se puede llevar eso bien. Habría que reducir el número de asuntos. Mientras tengamos una carga de trabajo tan elevada el riesgo de errores es mucho mayor pese a que el esfuerzo que se realiza es muy grande.