Un artículo de José Ramón Chaves García publicado en www.contencioso.es
Tonto es el que dice tonterías |
1. Preocupa que un gerifalte del mundo empresarial considere que los funcionarios “prepotentes e incumplidores” son una patología prioritaria a atajar.
- No creo que pueda generalizarse, de igual modo que no todos los empresarios son delincuentes fiscales.
- No creo que la “prepotencia” sea el rasgo típico de los funcionarios sino mas bien de los “políticos” que sufren mal de altura.
- No creo que el “incumplimiento” sea la tónica general de los funcionarios .Si comparamos las quejas antes las oficinas del consumidor por servicios de los empresas privadas con las denuncias por deficiente funcionamiento de los servicios públicos, proporcionalmente aquéllas son abrumadoras. Basta asomarse a la atención recibida por el ciudadano por parte de las empresas de telefonía o los bancos para rogar que tales entidades fuesen servidas por funcionarios con rostro y sin doblez.
- No creo que el mal a atajar sean los funcionarios y que “muerto el perro burocrático, se acabó la crisis económica”.
2. Preocupa que un gerifalte del mundo empresarial considere que quien está en paro es” porque sí”. Aparte del alarde de erudición y capacidad de expresión que revela describir el crimen de los parados con un pueril “porquesí” resulta de extrema frivolidad pensar que un parado lo es “porque quiere”.
3. Quizás olvidé que el mundo de la empresa privada es un mundo feliz donde el trabajador tiene todos los derechos y sabe que si lucha con ellos el patrono le respeta y no adopta represalias. Además en la empresa privada el reclutamiento de directivos se parece al de funcionarios pues tiene un generoso turno de promoción interna (parientes, herederos y amiguismo a tope).¡ Ah! Y complemento de productividad… especialmente en los Consejos de Administración de las grandes empresas pues eso de dormitar con ojos abiertos y deliberar para culpar a trabajadores y funcionarios de la crisis, debe ser agotador.
4. Aunque ahora que lo pienso, claro que hay funcionarios prepotentes e incumplidores, quizás quienes no se ganan sus retribuciones, a la vista de su productividad y resultados, son los funcionarios que ocupan puestos en la Administración que se responsabilizan de controlar las grandes empresas: la competencia desleal de los empresarios, los fraudes de los que perciben subvenciones, a los que obligan a sus trabajadores a cobrar menos por trabajar más, a los que tienen entramados empresariales para eludir sus obligaciones fiscales,a los que no tienen empacho en bajar la calidad de sus productos y disfrazarla de promociones aparentes, a los que utilizan publicidad engañosa, a los que el medioambiente les importa un bledo, a los que por detrás aplican prácticas sexistas en sus empresas, etc.
5. Quizás no debiera Sevach incurrir en el vicio que denuncia, quizás no debiera generalizar y confundir a la oveja negra con el rebaño. Es cierto, no es justo, pero lo que mas preocupa es que si un general lanza una arenga a los soldados es porque sabe lo que quieren oír. Quizás es hora de que los funcionarios digan que hay que acabar con los empresarios “prepotentes e incumplidores” y con los empresarios que hacen quebrar su empresa “porque sí”.
A lo mejor hay que recordar que la actual crisis económica tiene su origen en el endeudamiento y gatillazos financieros de bancos y grandes empresas, y que para salir de ella son los funcionarios los que han experimentado el recorte en sus nóminas a golpe de Decreto-Ley.
Quizás el sitio para algún picatoste empresarial está en el Club de la Comedia…aunque maldita la gracia que hacen tales simplezas…
Y por favor, que alguien le recuerde que si ha tenido una mala experiencia con algún funcionario, hay Oficinas de Sugerencias y Quejas, Servicios de Inspección, medidas disciplinarias… pero tirar la piedra y esconder la mano, o acusar sin dar datos (Administración, órgano o funcionario…¿qué funcionarios son prepotentes?¿Los médicos, los jueces, los auxiliares, los profesores universitarios, todos tal vez?) no es propio de caballeros, y entonces hay que recordarle aquello que recomendó el filósofo Wittgenstein en el Tractatus “De lo que no se puede hablar, mejor es callarse”, aunque en el caso del Sr. Juan Rosell quizás resulte mas apropiada la respuesta del Rey Juan Carlos ante los discursos incendiarios de Hugo Chavez: “¿ por qué no te callas?”.
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